martes, 29 de enero de 2008

6/0 6/0


Te esfumas, como si hubieras sido una aparición, un sueño fugaz que me devolvió la fuerza de confiar plenamente en algo sin miedo a perder, sin miedo a nada. Te evaporas traspasando estas paredes que tantos recuerdos dejan pegadas en las esquinas, y se quedan ahí como queriendo no ser barridos por si se pierden en el olvido. El tren ha pasado y todavía me cuesta hacerme a la idea de que esta vez bajé del vagón y continuas el viaje sólo con tu mochila. Y me cuesta mentalizarme de que ya no me abrirán los ojos montañas de pueblecitos perdidos, aguas de nacimiento estancadas ni besos de un agosto frío. Ahora serás tu sólo el que descubra rincones de este mundo teniendo como banda sonora Hotel Lichis. Empiezo a caminar sin tener el rumbo fijado, con el ancla entre las manos con miedo a que caiga al fondo y me cueste más llegar al próximo destino. Vuelvo a sacar la almohada al sofá y a despertarme con la luz que entra por la ventana del salón. Te pierdes sin dejar huella, sin dejar rastro alguno de tu presencia por mi vida. Ya no habrán partidos de tensión ni botellas de agua entre juego y juego. Tu bola de partido entró sin darme a penas cuenta de que el primer set ya lo tenía perdido.

lunes, 28 de enero de 2008

Palabras mojadas


Hay veces que por mucho que lo intentas no puedes retener lo que se te escapa de las manos. Por mucho que lo desees, por mucho que pierdas, por mucho que lo quieras. Hay veces que intentas esconder lo que duele aunque sepas que más tarde saldrá a flote. Hay veces que los ojos no dejan de llorar por mucho que les expliques que el corazón escuece. Intentas salvar los restos del naufragio pero acabas ahogándote con ellos. Por mucho que nades, por mucho que patalees en el agua, empiezas a hundirte poco a poco mientras recuerdas aquellos momentos tan mágicos y al mismo tiempo tan lejanos. Hay veces que uno ya no se pregunta qué ha pasado para llegar donde está en ese momento. Las cosas van perdiendo el color y por mucho que te empeñes en pintar con brocha gorda terminas por emborronar todo el cuadro. Nos perdemos, nos ahogamos, nos asfixiamos. Hay veces que buscas un rincón donde sentarte a escribir pero no lo encuentras, ya no sé qué queda de mi en esta casa. Hay veces que te miras desde fuera y ya no te reconoces, has escondido tantas cosas que te asustas simplemente al pasar frente a un espejo y mirar de reojo. Hay veces que pierdes y otras que ganas. Hay veces que arriesgas y yo siempre arriesgo. Y no me arrepiento de habertelo dado todo esta vez, no me arrepiento de haber roto un billete de vuelta a Madrid, no me arrepiento de haberlo intentado poniendo todo lo que era ante tus ojos. Te lo llevas todo. Hay veces que miras a los ojos de una persona y parece que ya no reconoces ni el color de sus pestañas. Hay veces que el odio se apodera de tu estómago y se te olvida cómo era respirar. Hay veces que simplemente necesitas un abrazo para seguir, pero hay otras veces que sólo te abrazan cuando se despiden de ti, cuando te dicen que mañana se llevará todas sus cosas de casa.

domingo, 27 de enero de 2008

Como princesas...


Quiero que tus labios me dibujen los buenos días sobre los ojos cuando te despiertes, que me abraces bien fuerte mientras dormimos para que no se me escapen los sueños. Quiero ser la ilusión de tu vida, ser la energía que te envuelve cuando caminas. Quiero que me quieras por lo que soy, por lo que hago, por cómo siento. Quiero que tus manos me despierten a medianoche y me susurres al oído lo mucho que te apetece hacerme el amor. Quiero que me abraces sin pedirtelo, que me beses sin rogartelo. Quiero que me raptes y me lleves a algún lugar especial donde me regales la esencia del momento. Quiero que escuches lo que tengo que decirte. Quiero ser tu sueño, lo más importante de tu vida, tu complemento. Quiero que dibujes ilusión en tu mirada. Quiero que me mimes, que me envuelvas de caricias. Quiero que no arrugues el ticket que tienes todavía en la mano. Quiero que compartamos tiempo libre, con tu gente, con la mía. Quiero que la locura vuelva a reaparecer por los poros de tu piel. Quiero ser tu compañera de viaje. Quiero que me hagas el amor mirandome fijamente a los ojos; suave para que llegue a rozar las estrellas, fuerte para sentirte más dentro que nunca. Quiero que me lleves de la mano sin preguntar. Quiero que sientas la necesidad de hacerme feliz. Quiero sonrisas colgadas de los cuadros de casa. Quiero domingos perezosos en la cama. Quiero dos copas de vino y emborracharnos de risas y confesiones. Quiero viajes dejando el calendario en casa. Quiero que me veas desde dentro, que me entiendas aunque no compartas lo que piense. Quiero que desdibujes tus malas palabras. Quiero que los trapos sucios se centrifuguen en la lavadora. Quiero que me retengas si piensas que soy lo mejor que puedes tener a tu lado. Quiero que me dejes volar si no puedes darme todo lo que necesito.

miércoles, 23 de enero de 2008

La Magia de Lara


Me mira con sus ojitos como queriendo descubrirme a cada instante. Respira acompasando los latidos de su pequeño corazón al son de mis palabras susurradas, medio cantadas... Su boquita se entreabre como queriendome dar las gracias por estar a su lado, por quedarme aquí cuando mi camino estaba allí... Me abre los bracitos devolviéndome toda aquella energía que le regalé cuando más lo necesitaba. Ahora tiene más fuerza que nunca. Ahora me invita a volar mientras inspiro su aroma a bebé. Parece darme puñaditos de sonrisas para que los lance al aire, para que os lleguen a cada uno de vosotros en modo de recompensa por haberla tenido por milésimas de segundo en el pensamiento, por haberle mandado desde vuestro rinconcito de este mundo una palabra de ánimo para que saliera del túnel. Gracias a todos por hacer de Lara una más entre nosotros, estoy segura de que rozaríais el cielo si pudierais tenerla un ratito entre las alas de vuestra alma. La Magia de Lara sólo acaba de empezar a esparcirse por el aire y yo ya empiezo a sentirla adherida a mi piel.

Besos mágicos de la pequeña Lara.

jueves, 10 de enero de 2008

Todavía más lejos...

Cuesta respirar en momentos como este. Cuando te miro y te veo todavía más lejos que ayer. Cuesta quemar los recuerdos, evaporar las ilusiones que latían en las entrañas. Te veo marcharte y la inercia hace que mis pies corran a engancharte por la espalda...pero ya no corres riéndote por el pasillo de casa, ni te das la vuelta mirando cómo voy a por ti. Ahora te lanzas sobre la puerta pensando que es la única salida e intentas traspasarla como si de un espíritu estuviera compuesta tu materia. Te me escurres de las manos, como se escurren las lágrimas que esta noche brotan de mi alma. Ya no hay soluciones, ni pactos, ni alternativas. Sólo hay miradas apagadas, sin luz ni aliento. Los pies parecen cansados y se enredan al caminar. Qué ha pasado me vuelvo a preguntar, y mientras intento encontrar una respuesta tu estás todavía más lejos... El corazón empieza a escocer, empieza a contraerse, empieza a sangrar. Y como bien dice Calamaro..."a las heridas, hay que dejarlas sangar". No sé dónde quedamos tu y yo en toda esta historia, dónde quedó nuestra esencia. Dónde quedó nuestro círculo polar.

lunes, 7 de enero de 2008

Tan lejos...



Hoy he descubierto esta canción y no dejo de escucharla....

una y otra vez...



Con las ganas - Zahara

Recuerdo que al llegar ni me miraste,
sólo fui una más de cientos
y, sin embargo, fueron tuyos
los primeros voleteos.

Cómo no pude darme cuenta
que hay ascensores prohibidos,
que hay pecados compartidos,
y que tú estabas tan cerca.

Me disfrazo de ti.
Te disfrazas de mí.
Y jugamos a ser humanos
en esta habitación gris.

Muerdo el agua por ti.
Te deslizas por mí.
Y jugamos a ser dos gatos
que no se quieren dormir.

Mis anclajes no pararon tus instintos,
ni los tuyos, mis quejidos.
Y dejo correr mis tuercas
y que hormigas me retuerzan.

Quiero que no dejes de estrujarme
sin que yo te diga nada.
Que tus yemas sean legañas
enganchadas a mis vértices.

Me disfrazo de ti…

No sé que acabó sucediendo,
sólo sentí dentro dardos.
Nuestra incómoda postura
se dilató en el espacio.

Se me hunde el dolor en el costado,
se me nublan los recodos,
tengo sed y estoy tragando,
no quiero no estar a tu lado.

Me disfrazo de ti…

Me moriré de ganas de decirte
que te voy a echar de menos…
Y las palabras se me apartan,
me vacían las entrañas.

Finjo que no sé, y que no has sabido.
Finjo que no me gusta estar contigo…
Pero al perderme entre mis dedos
te recuerdo sin esfuerzo

Me moriré de ganas de decirte
que te voy a echar de menos.



Porque sigues estando lejos, tan lejos que no te siento,

Porque sigues estando lejos, tan lejos que te escurres en el olvido.

domingo, 6 de enero de 2008

...Tan cerca

Esta noche han sonado tantas canciones como espacios vacíos quedaban a mi alrededor. Esta noche no estabas para rozarme levemente cuando pasabas tras mi silla. Esta noche no he encontrado tus miradas cómplices entre la multitud. Ni te he tocado la pierna mientras me reía de la vida al son de guitarras y buena compañía. Esta noche nos separan tantos kilómetros como grados centígrados de frío se acurrucan en mi cama. Esta noche los reyes entran silenciosos al salón de casa. Curioso el haberme encontrado un saquito de carbón junto a mis zapatillas, lo reconozco, me lo merezco, quizá me haya portado mal, quizá olvidé escribir la carta, quizá tan sólo deseo que vuelvas pronto. Esta noche no has cantado para mi ni tu boca encontró su mitad. Esta noche le pido a los reyes que te traigan de vuelta con un gran lazo rojo anudado en tu ombligo....ese ombligo que tanto me hechará de menos en estos momentos. Esta noche respiro tu ausencia, respiro el espacio, respiro la vida que se escurre entre las manos. Esta noche te espero dormida, te espero despierta. Esta noche te siento....tan cerca.

viernes, 4 de enero de 2008

Para Otto


Abro la cajita de música y las semicorcheas susurran tu nombre sobre la almohada. Me cubren las alas de besos al compás de tu recuerdo. Mis dedos puntuan acordes de caricias en clave de sol. Tu olor se me escapó en el último compás. Te pienso mientras suene la canción, mientras no exista más silencio que el estampado en el pentagrama. Quiero sentir que la fiesta acaba de empezar. Bailo abrazada a las notas que esta magia deja dispersas en el aire. Entono una nana llena de besos para que no sientas frío esta noche. Te espero, mientras la cajita de música empape nuestra alma. Mientras tengamos música que nos lleve a cualquier lugar, mientras tengamos lugares a los que llevar nuestra música.

En la calle Beso...


...donde mirarte es engancharme a tus sentidos

...donde nuestro olor se adueña de rincones con sabor a mágia


...donde los sueños se entrelazan con la Alhambra

...donde la paz nos endulza los oídos a ritmos de té y guitarras

En la calle Beso...

donde te pienso,

donde te busco,

donde te encuentro.